6 sept 2011

Un poco de historia...

Mathew Brady (1822-1896)


Mathew Brady, nació en Warren County, New York. Estudió pintura y aprendió la técnica del daguerrotipo gracias a Samuel Morse.
Fue uno de los fotógrafos más importantes y conocidos del siglo XIX. Se le acredita la creación del fotoperiodismo, por la extensa documentación de la Guerra de Secesión (1861-1865)
En 1842 abrió en Nueva York su propio estudio llamado la Galería de Miniaturas Daguerrianas, donde se realizaron una serie de retratos de distinguidas personalidades de la sociedad neoyorquina, destacando a Abraham Lincoln entre otros.
Brady se esforzó por documentar la Guerra Civil Estadounidense con un gran equipo fotográfico, por lo que invirtió una gran suma de dinero. Contrató a varios fotógrafos entre ellos: Alexander GardnerTimothy H. O’Sullivan. Trabajaban en estudios que instalaban en vagones y mando a construir un laboratorio en un buggy.
Desde el 1861 hasta el 1865 fue cubriendo las mayores batallas junto a sus ayudantes, también retrató a soldados rasos y suboficiales a los que vendía sus fotografías en formato de tarjeta de visita. Trabajó con cientos de fotógrafos con los que se realizaron unos siete mil negativos, estos fueron publicados bajo firma de Brady por lo que muchos de estos fotógrafos quedaron en el olvido.
Estas fotos fueron las primeras en mostrar la vida de la guerra dentro de los campos, la destrucción de las ciudades y la muerte en el campo de batalla.
Brady utilizo dos técnicas para fotografiar, primero el daguerrotipo (técnica que consiste en fijar las imágenes de la cámara oscura sobre chapas metálicas convenientemente preparadas) y luego uso el colodión húmedo (este proceso se hacía sobre placas de vidrio, las cuales debían estar húmedas y se necesitaba menos tiempo de exposición).
Después de varios años se supo que varias de estas imágenes fueron manipuladas al momento de la toma. Los fotógrafos acomodaban los cuerpos de los soldados muertos para componer la imagen que ellos querían.
Al acabar la Guerra se arruinó y se vio forzado a vender las fotografías que tenía de la Guerra Civil, una parte fue a parar al gobierno federal en 1875 y otra parte de su negocio fue comprada por un antiguo compañero llamado Alexander Gardner. Esta colección es única en los anales de la fotografía estadounidense tanto por su magnitud como por su realismo. Siguió haciendo retratos en su estudio hasta la década de 1890. Finalmente murió casi invidente en el Hospital Presbiteriano de Nueva York en una pobreza absoluta.









Actualmente, el Archivo Nacional de Estados Unidos, digitalizó alrededor de 6000 imagenes, muchas de las cuales se pueden ver en este enlace:
http://www.flickr.com/photos/usnationalarchives/collections/72157622495226723/